Sin darnos cuenta los niños son muchas veces tratados como un paquete que llevamos de aquí para allá, y que disponemos como nos provoca de sus tiempos y decisiones. Ellos tienen muy poco control de su vida, pero es lo que les toca ¿no? Todos lo hemos pasado. Esos momentos en que no entiendes por que tienes que hacer lo que tu mamá dice y quiere si tu no quieres! Es parte de ser bebe/niño…

Decidimos qué comen, donde van, que van a hacer, con quien van a jugar… por eso está bueno darles un poco de control sobre sus decisiones. Ese “poder” los va a hacer crecer y sobretodo sonreír. En el caso de Olivia que es chiquitita yo lo hago cuando le voy a cambiar el pañal, no se deja y corre por toda la casa. Como jugando le digo: “Se me escapa la chiquitita y no le puedo cambiar el pañal ¿y ahora que vamos a hacer?” Ella siente que está controlando la situación y además le encanta el juego de escaparse. Le voy a anticipando que se lo voy a cambiar y luego es más fácil porque finalmente se entrega y cree que tomó la decisión 😉

Con los niños más grandes que ya hablan se les puede dar el poder de varias formas por ejemplo dejándolos que elijan su ropa. Hace poco Joaquin quiso ir al supermercado disfrazado de Capitan América. Si quiere ir al supermercado en pijama o disfrazado de lo que sea da igual con tal de que sea feliz. A la larga esto no va a afectar a nadie y el va estar contento de poder tomar la decisión de ir como le provoca a hacer las compras.   También se le puede preguntar que quiere comer y hacerlos participar del menú de la casa.  Crear oportunidades para que puedan tomar decisiones.

Darles opciones para que elijan los hace sentir que tienen derecho y que su opinión es válida. Lo que ellos piensan y quieren también relevante e importante para los adultos. Darles el poder y que ellos impongan (con las cosas pequeñas y que pueden) les va a dar confianza y va a permitir que tengamos una relación más equitativa e abierta con nuestros hijos.

¿Ustedes que opinan?

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Escrito por kiki

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