Después de enterarse que tuve un parto natural luego de haber tenido una cesárea, mucha gente se sorprende ya que creían que no era posible, y luego preguntan ¿que es mejor? ¿natural o cesárea? Típica, es una pregunta que todas nos hacemos. Por eso se me ocurrió hacer este post con las diferencias entre uno y otro habiendo vivido ambas situaciones.

En un parto con cesárea es menos doloroso el proceso, ya que (casi siempre) es más corto el parto en sí. Al momento no sientes nada porque la zona donde hacen el corte para sacar al bebé está totalmente anestesiada. Un parto natural es mucho más doloroso, las contracciones, la dilatacióntodo, todo el trabajo de parto, pero luego la recuperación es incomparable. A los dos días estás perfecta, mientras que con una cesárea sientes dolor por más de una semana, y la cicatriz te pica y molesta hasta por años después. A mi hasta ahora me pica la de Joaquin y han pasado más de 2 años!

En un parto natural puedes sufrir una lesión al periné pero no se compara con la operación que implica una cesárea. En donde se hace un corte que no es solo de piel, sino de músculos y de útero. No quiero traumar a las que tienen una cesárea pero se trata de una intervención quirúrgica con todas las letras que implica un proceso de recuperación algo doloroso.

Si es que tu cesárea es programada no vives tan intensamente la espera del final, que es horrible! En un parto natural la ansiedad al final te mata, esa espera que deja de ser dulce. Sabes que en cualquier momento puede llegar tu bebé, pero no sabes con certeza cuando ni como será. En un parto natural hay una cuota de adrenalina mucho más alta que en una cesárea.

La experiencia de poder cargar a tu bebé y tener ese contacto piel con piel de forma inmediata solo se da en un parto natural. Poder apoyar a Olivia en mi pecho desnudo y darle de lactar apenas nació fue totalmente mágico. En una cesárea eso no se puede porque te tienen que coser y no puedes cargar al bebé hasta que estés óptima. Se pierde ese primer contacto del bebé con su mamá, pero algunas clínicas/hospitales permiten que el papá haga cangurito con el bebé, lo cuál también es lindo para el papá poder vivir esa experiencia.

Algo que leí y que aún no comprobé, es que los bebés que nacen por parto vaginal desarrollan mejor su sistema inmunológico porque reciben las bacterias que tiene la mamá de manera inmediata al nacer. Todos tenemos bacterias dentro de nuestro cuerpo que nos ayuden a hacer la digestión y a combatir muchas enfermedades.  Estas son ya conocidas para el bebé y al entrar en contacto con ellas al nacer desarrolla defensas de forma inmediata. En cambio un bebé que nace por cesárea puede tener más riesgo de enfermedades como diabetes o alergias que están relacionadas al sistema inmunológico. No se si será cierto… Oli aún es chica para comprobarlo pero lo que sí les digo es que Joaquín que nació por cesárea si es alérgico y en invierno con la humedad sufre de problemas respiratorios con frecuencia. No se si tendrá que ver la verdad… porque yo nací por cesárea y no sufro de ninguna alergia.

Entonces… ¿Que es mejor? Para mi un parto natural (lee mi historia aquí), la satisfacción que sentí luego del parto hizo que me olvidará de todo el dolor del momento, además la recuperación me pareció otra cosa. Poder estar bien para atender a mis dos hijos fue lo máximo! Agradezco haber tenido la oportunidad de vivirlo, fue mucha fuerza mental y el apoyo adecuado. De todas maneras todo es relativo en esta vida y miles de mujeres tienen más de una cesárea y todo bien. Nada es tan grave y aparte de gustos y colores… no han escrito los autores. Tengo amigas que tienen tanto miedo al parto que prefieren una cesárea. Todo es respetable pero si me preguntas a mi que prefiero, si es que se puede, sin duda parto natural 100% y eso que lo digo aún cuando no tuve un parto vaginal fácil como otras que prácticamente los escupen.  De todos modos es importante no olvidarse que finalmente cada bebé decide venir al mundo como puede 😉

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