Recuerdo algunas situaciones de cuando era chica en que mi mamá perdió los papeles, o mejor dicho yo la desafiaba tanto que se los hacía perder…. Cosa que entiendo ahora que soy mamá. Siempre dicen que al ser mamá entiendes a la tuya. Hoy no puedo estar más de acuerdo.

Yo sé que no fui una hija fácil, estoy segura que mi hermana fue más fácil que yo. De bebe mi hermana fue más jodida, eso siempre dice mi mamá, pero conforme fuimos creciendo se invirtió la cosa. Mis primas se acuerdan de mi a los 4 u 5 años castigando a mi mamá, cerrando la puerta del cuarto y diciéndole: “te quedas acá, estas castigada.” Les cuento eso para darles una pauta de lo jodida que era, siempre queriendo salirme con la mía.  Joaquin a su corta edad me hace acordar de algunas actitudes mías de chiquita, es súper desafiante el enano. Karma is a bitch, alguna vez leí por allí…

Hoy perdí los papeles con mi Joaco y si lo comparto es porque estoy segura que a todas nos ha pasado o pasará alguna vez. Recuerdo haber pensado que mi mamá era una mala, y que la odiaba, en esos momentos en que perdió la paciencia conmigo, pero ahora la entiendo más que nunca. Por más de que ya le pedí perdón a Joaco y ya nos abrazamos y nos amistamos, siento una culpa horrible. No me gusta ser así con mis hijos. Pero si hay algo que aprendí es que no voy a dejar que las cosas lleguen a ese extremo de nuevo.

Seguro todas se están preguntando ¿qué paso? Se los cuento y espero que nadie me juzgue. Mientras bañaba a Joaco y Oli, a el no se le ocurrió mejor idea que pegarle, cosa de todos los días y que pasa por lo menos 5 veces al día. Normalmente, luego de advertirle, lo mando a time out porque lo tengo que corregir y tiene que saber que hay una consecuencia por su acción y que en esta casa no se pega. Pero en la tina no lo podía hacer así que le advertí y lo volvió a hacer. Me dio tanta rabia que le tiré la jarrita de agua que uso para bañarlos en la cara. El odia que le caiga agua en la cabeza y la cara. Pero ya estaba harta de que le pegue a su hermana y la verdad que quería hacer algo que le moleste. De alguna forma devolvérsela. Saqué las garras por mi hija menor y en ese momento mi enemigo era mi propio hijo. Que feo sentirlo así, pero en ese momento así fue. La cosa es que el me la devolvió con sus manitos me empezó a mojar y yo le decía: “basta Joaquin basta”, y no paraba! Yo estaba completamente mojada. Y agarré otra jarra y se la tiré. Y empezó la guerra en la cual yo no iba a perder, y el, por lo visto tampoco. Oli estaba envuelta en su toalla y mientras Joaquin seguía tirándome agua y gritando. No se me ocurrió mejor idea que prender la ducha teléfono y dispararle con agua que obviamente salió fría. Eso desencadenó en llanto y pataleta, que después termino en abrazos y disculpas. Pero hasta ahorita escucho el sollozo de su llanto y me parte el corazón.

Con esa culpa horrible después de haberme peleado con mi hijo de casi 3 años intento irme a dormir. Las mamás no somos perfectas, nadie lo es, somos humanas. Nos cansamos, perdemos la paciencia y a veces hacemos cosas de las cuales luego nos arrepentimos. Lo importante es saber reconocerlo, pedir perdón y aprender para la próxima. Creo que de todo se puede sacar algo positivo, con este episodio Joaquin se dio cuenta que mamá también se equivoca. Mamá también comete errores y pide perdón, mamá es humana igual que el. No es perfecta ni pretende serlo y mucho menos espera que el lo sea. Yo solo quiero que sea feliz y con esa misión seguiré criando a mis hijos con todo el amor del mundo como vengo haciendo. Hoy perdí los papeles, lo admito, lo reconozco y espero que no me vuelva a pasar pronto, me gustaría decir nunca pero sé que eso sería poco realista considerando todo el camino que me falta recorrer.

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