Uno de mis miedos antes de que nazca mi segundo bebe era como iba a hacer para amar a esta nueva personita tanto como amo a mi hijo mayor. Pero ahora luego de conocerla, les puedo decir que es algo que no vale la pena cuestionarse porque se da de forma natural. Las mamás tenemos la capacidad de abrir una nueva sucursal de nuestro amor casi de forma automática. En el corazón de una mamá hay espacio para varias sucursales.
Para las que me leen siempre ya saben que me gustan las analogías así que aquí va una.  Con los hijos que  vienen después del primero es como una franquicia, ya conoces el negocio y hay  ciertas normas que tienes que seguir. Al principio cuando uno va a crecer y toma la decisión de abrir una nueva sucursal tiene nervios, miedo y no sabe si va a funcionar. Pero le ponemos todo nuestro corazón y energía, y la misma pasión que pusimos cuando abrimos la primera sucursal. Solo que esta vez ya sabemos cómo funcionan las cosas y como actuar ante cada emergencia. Esta nueva sucursal recibe todo tu amor y dedicación pero con unos años de experiencia y aprendizaje encima.
A los papás si les cuesta un poco más conectarse con los segundos, lo cual tampoco esta mal porque terminan pegándose más al mayor que lo necesita mucho cuando llega un nuevo hermanito. Ya de por sí los hombres no tienen nueve meses de embarazo en donde sienten al bebe adentro y lo asimilan. Cuando conocen a su primer bebe existe además la novedad de conocer el concepto del milagro de la vida, que con el segundo ya no es algo nuevo. No esperes esta conexión por parte de tu pareja ya tendrá su momento y abrirá la nueva sucursal a sus tiempos.
Aún estoy adaptándome a ser mamá de dos, ahora hay una nueva sucursal en mi corazón pero no se puede descuidar a la primera, que además esta pasando por varios cambios. De un día para otro tiene que compartir la atención y sobretodo a su mamá con una nueva personita. Por más de que es agotador y hay que y tener mucha paciencia puedo decirles que soy la persona más feliz del mundo. Que ver como Joaquin carga a su hermanita y le da besos me llena de satisfacción y amor.

]]>

Escrito por kiki

    6 comentarios

  1. Patricia 12 enero 2015 at 23:36 Responder

    Voy pasando por lo mismo, pero en este caso mamá de dos pequeñas. Hasta hace unos días se me hizo difícil, en el sentido que me preocupaba que papá no conectara de la misma forma que lo hizo con mi primera nena, pero poco a poco va haciéndolo, a su ritmo. Ahora, a mí sí se me hace un nudo en la garganta cuando a veces miro a mi grandota y siento que no puedo partirme en dos por igual, al mismo tiempo para darles la misma atención, c’est la vie, non? Lo que sí, me alegro al pensar que, al igual que en mi caso, mis pequeñas puedan llegar a ser grandes amigas y cómplices de aventuras miles. Gracias por compartir tu experiencia Kristin!

    • lamamadejoaco 15 septiembre 2015 at 09:48 Responder

      Es cierto eso de que no nos podemos dividir y da pena, pero los chiquitines tienen a los hermanos mayores que además de volverlos locos los estimulan, juegan y dan mucho amor! 😉

  2. Scarlett Naomi Zuñiga Valle 20 mayo 2015 at 09:09 Responder

    Yo también tengo 2 bebéa Matteo de 3 años y Rafaela de 2 meses y para mi se me hizo muy fácil el cuidado de un recién nacido pero se me junto con el inicio de clases De mi bebé y wao no paraba nunca pero esos pequeños momentos te llenan y te reconfortan

    • lamamadejoaco 15 septiembre 2015 at 09:48 Responder

      Siii fuerza, con dos no se para nunca!! Es otro deporte!! saludos

  3. Massiel 17 septiembre 2015 at 11:37 Responder

    tan cierto lo q has escrito, un beso están bellos

    • lamamadejoaco 17 septiembre 2015 at 18:41 Responder

      Gracias! Otro beso para ti!

Deja un comentario