El primer hombre que amé con todo mi corazón, con el cuál estaba convencida que me iba a casar (aunque ya estuviera casado, eso nunca fue un impedimento para mi). Mi primer beso, mi primer baile, mi primer amor platónico. Yo era tu «yellow dot» y tú el único hombre de mi vida.

«Mi papi lo sabía todo», sin importar la pregunta siempre tenías una buena respuesta. Me enseñabas con paciencia, me ayudabas con las tareas y me celebrabas los shows que hacía casi todas las noches incansablemente en la sala de la casa.

Luego te convertiste en la ley, el que tenia mi máximo respeto, papá era papá y si el lo decía había que hacer caso. El que me daba seguridad y con el que siempre podía contar pase lo que pase. Mi incondicional en todo sentido. A pesar de no haber sido una adolescente fácil, tenerte me permitió tener la seguridad para vivir como lo hice.

Aprendí de ti a perseguir mis sueños, a saber que si me lo propongo soy capaz de hacerlo, y a dar y demonstrar mi amor a pesar de ser (como tú) de pocas palabras.

Mucho de lo que soy hoy es gracias a ti. Gracias por todo el trabajo y tiempo que invertiste en hacerme feliz. Por no darme todos los gustos y también por darme muchos, que me han permitido vivir las mejores experiencias de mi vida. Gracias por quererme y aceptarme como soy. Por estar orgulloso de mí y celebrar mis éxitos, y por no sentirte defraudado y darme tu apoyo cuando las cosas no me salían tan bien. En las buenas y en las malas el mejor papá siempre, si me dieran a elegir te elegiría 1000 veces más.

Te quiero mucho papi ¡Feliz día del padre!  ]]>

Escrito por kiki

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