Preparé tu mochila, con una muda de ropa, pañitos húmedos, pañales, cremita y tu tomatodo con agua. Es tu primer día de nido y tengo una mezcla de sentimientos: felicidad, nervios, emoción, tristeza, siento cómo si fuera mi primer día también (y es que en cierta forma lo es). No es la primera vez que vivo estos nervios porque ya los pasé con Joaquin, creí que contigo estaría más canchera, estoy sorprendida de mi misma pero me encanta que me esté pasando de nuevo contigo.

Tienes 1 año y 8 meses y algunos me podrán criticar por mandarte tan pequeña al nido, pero tú te quieres quedar todas las mañanas cuando lo llevamos a Joaquin. Sé que la vas a pasar bien y esas tres horas en el nido te van a servir para socializar sin tu hermano, empezar a crear tu propio mundo.

Yo te voy a acompañar hasta que me necesites, allí estaré a tu lado hasta que te sientas cómoda y segura en esta nueva etapa. Por primera vez tendrás algo que sólo será tuyo, ni de papá, ni de mamá, ni de Joaquin solamente tuyo, tu propio espacio, es emocionante ahora que lo pienso. A ti te tocó llegar segunda a esta familia y no te quedó otra que tener que acostumbrarte a que todo se comparte, los juguetes, la comida, a papá, a mamá, todo.

Creces a pasos agigantados, me acuerdo cuando dormías en mi cuarto en tu moisés al lado de mi cama y lo único que necesitabas era mi teta, con eso y mis brazos tu vida estaba resuelta. Hoy eres una bala, ya sabes montar scooter, saltar, decir algunas palabras y comunicarnos lo que quieres.   Sigues y seguirás siendo mi bebé pero hoy empieza una nueva etapa en tu vida, donde explorarás y aprenderás, sin tenerme al lado mirando todo lo que pasa.

Cuando Joaquin se despidió de ti te dijo: “Chau Oli, no te preocupes cualquier cosa mi clase es arriba”, y tu le contestaste: “ya aaa” (con esa entonación ríquísima que carateriza tu “ya”). fue una de las cosas más lindas que me pasó en mucho tiempo. Que maravilla saber que se tienen, y que toda la vida se van a cuidar, acompañar y querer locamente como lo hacen hoy.

Hoy las dos empezamos una nueva etapa, donde tenemos que desprendernos un poquito para poder avanzar. No es fácil, sé que cuando te vea preparada y ya me toque irme, me iré con sentimientos encontrados, feliz de verte crecer, y nerviosa porque te dejaré al cuidado de otros, aunque sea sólo por unas horitas, nunca es fácil separarte de lo más preciado de tu vida.

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Escrito por kiki

    2 comentarios

  1. Erika 20 agosto 2016 at 06:52 Responder

    Es cierto lo que dices, la clave esta en encontrar un buen nido con el que te sientas comoda, y confiar en nuestros hijos.

    • lamamadejoaco 2 septiembre 2016 at 17:39 Responder

      Totalmente!

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