No te pasa que cuando estas con tu hijo y te cruzas con otra mamá que no conoces se miran y sonríen. Ese cruce de miradas con sonrisa incluida siempre me pasa y es inevitable, existe cierta complicidad entre las mamás, sabemos que estamos pasando por lo mismo y nos apoyamos.
Sin conocernos, solo por ser madres es como si perteneciéramos a un club, donde somos solidarias y cómplices. El club de las que amamos a nuestros hijos con todo nuestro corazón; pero que también estamos cansadas, perdemos la paciencia, no tenemos privacidad y no paramos ni un minuto en todo el día.
Una mamá no le va a negar ayuda a otra que lo necesite, tenemos mil puntos en común y nos entendemos. De allí viene esa sonrisa cómplice y empática que nos regalamos cada vez que nos cruzamos.
¿Les pasa?
 
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Escrito por kiki

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