El domingo es uno de mis días favoritos porque siempre estamos los tres juntos y sin ninguna presión de hacer nada en particular. Salvo algunos domingos como día de la madre o del padre, o algún evento tipo cumpleaños de alguien.  Pero los domingos en donde no tenemos planes y simplemente salimos los tres al parque o a pasear por allí son lindos, simplemente dejamos que las cosas fluyan ese es mi domingo familiar ideal.
A pesar de ser el día en el que más trabajo y termino más cansada, no deja de ser un día lindo.  Los domingos no hay ayuda, días como hoy me acuerdo de mis amigas mamás que viven en el extranjero o de las mamás que hacen todo solas, para ellas todos los días son igual de cansadores que mis domingos.  Para mi también hubiera sido totalmente distinto si nos quedábamos viviendo en Buenos Aires, siempre lo pienso. Finalmente uno se acostumbra y adapta a su rutina pero es importante valorar todo en esta vida.
Alguno que otro domingo, Angie que me ayuda, me ha pedido para cambiar su día de salida y el domingo familiar se convierte en un domingo de relajo. Que de vez en cuando también hace bien y es rico. Con un poco de nostalgia recuerdas esos domingos donde no tenias ninguna responsabilidad y te podías tirar patas arriba a ver una película sin interrupciones.
El domingo familiar todos colaboran y aunque chambeamos más en algunos aspectos, también jugamos más y pasamos tiempo de calidad con nuestros hijos y familia. A veces el día a día, las responsabilidades, y la ayuda con la que contamos hace que dejemos de vivir los mejores momentos y los que más valen la pena. ¿No te parece?

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