Para una mamá la hora de la siesta es sagrada. Es clave e inamovible. Todas aprovechamos las siestas para poder avanzar con nuestros pendientes. Cuando mis hijos duermen no me interesa hablar con nadie, lo único que me importa es que no suene el teléfono, ni el timbre o cualquier otro ruido que los pueda despertar. Les cuido el sueño al máximo, porque cuando ellos duermen… Seguir leyendo aquí

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Escrito por kiki

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