La semana pasada volví de un viaje sola con mi esposo en donde por primera vez nos separamos de Joaquin, nuestro hijo de 1 año y 10 meses.  Decidimos hacerlo porque estoy embarazada de 6 meses de mi segundo bebé y pensamos es ahora o nunca. Después es más difícil dejar a dos y además no lo haría hasta que por lo menos mi siguiente bebé crezca. Además mi esposo me propuso viajar por mi cumpleaños y me pareció una linda idea. En este post les voy a contar como nos fue, como me sentí y si lo recomiendo.
Días previos al viaje tuve un nudo en la garganta constante, incluso lloré a solas de sólo pensar que me separaría de Joaquin. Me parecía el fin del mundo por más de que sólo serían 6 días.  En un momento mi esposo me dijo: “si quieres cancelamos el viaje tampoco quiero que nos vayamos si no vas a ser feliz”. Pero si no lo probaba tampoco sabía si lo podría lograr y sabia que como pareja nos merecíamos ese reencuentro y descanso.
Me fui al aeropuerto con lagrimas y una tristeza que me invadía por completo. En el vuelo empecé a relajarme sobre todo cuando me percaté que podía ver una película en el avión! Hace dos años que no veía una película en un vuelo. Entonces elegí una película de comedía, me relajé, y empecé a disfrutar el tener un espacio para mi sin tener que pensar en nadie ni nada más.
Todo el viaje estuve súper conectada con mi mamá y con Angie que trabaja con nosotros hace más de un año, ambas se quedaron a cargo de Joaquin.  Nos mandábamos videos y me contaban su día a día. El estaba feliz y eso me daba tranquilidad y nos permitía disfrutar.  Conforme pasaban los días mi nivel de estar pendiente y tensa bajaba porque sabía que mi hijo estaba súper bien cuidado y que la estaba pasando bien. Pasé de llamar 6 veces al día a solo 2. La tecnología es lo máximo porque te permite sentirte cerca a pesar de estar lejos.
Con mi esposo nos matamos de la risa y vivimos unos días sin ninguna preocupación ni responsabilidad.  Le pude dar mucha atención y cariño que el me confesó que sentía que le faltaba desde que soy mamá. Es inevitable que sin querer dejemos un poco de lado a la pareja al convertirnos en mamás.  Por eso es súper saludable tener momentos para la pareja, en donde realmente te puedas desconectar de tu rol de mamá por un rato y acordarte de la loca divertida que eras antes jaja.
Este viaje fueron vacaciones en serio, por primera vez en años no existían los horarios para nada! Claro que miraba el reloj y a las 12:30 pensaba en que Joaquin estaría almorzando, y a las 7:30 pm en su baño y a las 8 pm su leche.  Todo siempre súper presente pero por unos días yo no tenía la responsabilidad de hacerlo.  No me malinterpreten amo viajar con Joaquin y en familia pero uno trabaja un montón, de ninguna manera te relajas como pudimos hacerlo en este viaje.
No lo haría seguido, pero si me pareció un viaje necesario.  La maternidad es algo que viene con mucha culpa y eso a veces no nos permite hacer y disfrutar algunas cosas. Por miedo a que le pase algo a nuestro hijo o a traumarlo por ciertas acciones nuestras.  Pero a la larga que nos hayamos tomado este tiempo para nosotros es lo mejor para Joaquin. Si su papá y yo fortalecemos nuestra pareja y estamos bien y felices vamos a poder darle a Joaquin lo mejor de nosotros.
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